MONTEVIDEO (Uypress/Gente d’Italia - Matteo Forciniti)
Los tres patronatos Inas, Inca y Acli lanzan la alarma en una reunión en la Casa degli Italiani: el turno de la ciudadanía sigue siendo imposible.
Llena como no se veía desde hace mucho tiempo, la Casa degli Italiani de Montevideo dio voz el jueves por la noche al enojo de los ciudadanos exasperados por el estado de los servicios consulares en Uruguay. El encuentro fue organizado por los tres patronatos italianos más importantes que operan en el país: Inas, Inca y Acli.
De hecho, los patronatos siguen siendo la única salida de ayuda para las personas que llevan años intentando sin éxito conseguir un turno para la ciudadanía en la cancillería consular. Ha pasado un año desde la inauguración de la nueva sede de la oficina consular y, sin embargo, las dificultades siguen siendo las mismas a pesar del silencio de los políticos que ayer prometieron lo imposible.
El clima es cada vez más duro y las acciones de protesta empiezan a crecer. La gran asistencia a la Casa degli Italiani demostró claramente la gravedad de un problema que se oculta a nivel oficial. "Juntos debemos luchar para que se respeten nuestros derechos.
"Necesitamos presionar al Ministerio de Asuntos Exteriores para que tenga en cuenta este problema que afecta a tantas personas, tal vez esto sea un punto de partida para otras iniciativas en el futuro". Filomena Narducci, titular del patronato Inas, tomó la lucha. Junto a ella también Elena Bravin de Acli y Renato Palermo de Inca quienes dialogaron con la ciudadanía y las autoridades, presentando una carta de denuncia al Ministerio que promete recolectar miles de firmas. "Por sus características" - observó Bravin - "en Uruguay se puede y se debe encontrar una solución para mejorar la situación. Aquí tenemos una gran comunidad que lleva mucho tiempo pidiendo que se haga algo. Obviamente, nuestras cifras son muy diferentes de las de otros países sudamericanos, por lo que una intervención de las autoridades italianas con las que colaboramos parece mucho más factible que en otras situaciones.
"Oportunidades como éstas son útiles para desarrollar diferentes propuestas. En todos estos años se han hecho propuestas de todo tipo. Ha habido muchos debates pero la realidad es que la situación es cada vez más caótica", afirmó Renato Palermo, del patronato Inca.
Perfiles bloqueados tras varios intentos en el sistema de citas online, personas mayores excluidas del uso de la tecnología y, de nuevo, el fenómeno de los intermediarios que se lucran generosamente con los derechos revendiendo citas a precios exorbitantes entre 400 y 600 dólares: todo esto y más se contó durante la noche pero ya no es una novedad, es un hábito.
Como siempre, se fugó de la reunión el embajador Giovanni Iannuzzi, quien perdió una buena oportunidad para intentar salvar las apariencias. El embajador cuyo mandato expira ha enviado a la jefa de la cancillería consular, Alessandra Crugnola, a la Casa degli Italiani para repetir el mismo canto de siempre: "Se está haciendo todo lo posible, transmitiremos las preocupaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores". Son 14 funcionarios más los que necesitaría la oficina de Montevideo en relación a su población según cálculos ministeriales citados por Crugnola, el dato más interesante de una velada caracterizada por la incertidumbre y una gran incógnita: ¿realmente servirá para algo?