MONTEVIDEO (Uypress) - En Uruguay trabajan 15.000 personas en la industria citrícola. Su producción representa el 6% del PBI. En 2017 se produjeron 271.000 toneladas de cítricos. El record fue de 330.000 en 2012.
Ahora el sector tiene la oportunidad de incorporar el valor ambiental y los conceptos de economía verde que revalorizarían el precio en los mercados internacionales. La cantidad de productores citrícolas, la mayoría de pequeños y medianos, bajó en los últimos años.
En 2016 había 423,20% menos que en 2010. Según consigna el semanario Búsqueda, el 38% de la producción de cítricos se destinó a la exportación. Por esto se consiguió generar US$82 millones.
Las exportaciones fueron de naranjas en un 51%, mandarinas en un 35%, limones en un 13% y un 1% de pomelos. Un trabajo académico, realizado por la socióloga Mariela Quiñones para la Organización Internacional del Trabajo, visualiza la posibilidad de incorporar el valor ambiental como estrategia competitiva.
En tanto, señala la nota referida que "Aunque entre los productores citrícolas existe una "gran convicción" sobre la necesidad de "relanzar" el sector -mejorando la calidad de la fruta e invirtiendo para cumplir con las exigencias de los mercados internacionales-, la situación de endeudamiento de las empresas y los efectos del clima dificultan su orientación hacia un desarrollo "más sostenible". Y si bien hay un "enverdecimiento" de la cadena, con firmas que se certifican para agregar "valor ambiental" a su producción, falta que la citricultura incorpore ese aspecto de manera estratégica para "revertir" el actual estancamiento".
En el sector citrícola mundial la tendencia es "hacia patrones de consumo más saludables y sostenibles". Quiñones destaca la capacidad del sector de "promover las transformaciones necesarias y constituirse en un "nicho para el desarrollo de empleos verdes" en el país". Se señala también que "la inversión en "calidad ambiental" promueve la obtención de productos diferenciados por sus atributos "orgánicos" o "naturales". Y plantea que si la citricultura apostara al desarrollo del empleo verde en forma estraté- gica se generarían nuevos puestos de trabajo y "oportunidades de negocios" que redundarían en la expansión del rubro".