La creciente obesidad en muchas partes del mundo representa no sólo un problema para la salud de las personas, sino también para la del planeta, cada vez más afectado por los desastres ecológicos. Así lo indica un estudio que publicó la revista Obesity. Ser pesado en kilos equivale a producir una mayor cantidad de emisiones de CO2, tanto por vía de los procesos metabólicos del organismo como a través del exceso de alimentos consumidos de quienes sufren de sobrepeso. Así surge del estudio, según el cual a nivel global la obesidad contribuye a un exceso de 700 mega-toneladas (una mega tonelada representa mil millones de kilos) de emisiones de CO2 al año, cercanos a casi el 1,6% de todas las emisiones producidas por el ser humano.
La investigación fue realizada por expertos de la Universidad de Copenhague, Alabama (Estados Unidos), y por el ateneo de Auckland en Nueva Zelanda, que subrayaron que los datos no deben llevar a una mayor estigmatización del exceso de peso. Las personas que sufren de obesidad ya son, en su mayoría, víctimas de la discriminación. Existen numerosos estudios que documentan la existencia de diversos estereotipos. "Estos estudios demuestran que pagamos un precio altísimo por la dificultad de acceder a tratamientos contra la obesidad", sostuvo Ted Kyle, fundador de Conscien Health. "No sólo el problema afecta a los pacientes obesos, sino que el exceso de peso no tratado puede además contribuir a problemas ambientales", señaló.
Esta semana se conoció además otro estudio que genera preocupación en Estados Unidos. Casi la mitad de los adultos estadounidenses serán considerados obesos para 2030, con mujeres, afroamericanos y personas de bajos recursos entre los más vulnerables, de acuerdo a las nuevas proyecciones publicadas en el New England Journal of Medicine. Los investigadores dijeron que esos grupos en particular están en rápido camino hacia la "obesidad severa", que generalmente está determinada por un índice de masa corporal de más de 45 kilos de exceso de peso. "Eso solía ser bastante raro", señaló Zachary Ward, autor principal de la nueva investigación. "Pero estamos descubriendo que se está convirtiendo rápidamente en la categoría más común en esos subgrupos", agregó.
Las implicancias para la salud de llevar demasiado peso han sido bien documentadas, estableciéndose los vínculos con enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2, así como al menos una docena de tipos de cáncer. En enero pasado, la American Cancer Society descubrió que los cánceres relacionados con la obesidad están aumentando, incluido un tercio de las muertes por cáncer de hígado relacionadas con el aumento de masa corporal. En base a las tendencias actuales, el equipo advirtió que para 2030, el 48.9% (es decir, casi la mitad de la población) de los adultos estadounidenses serán considerados obesos. Al mismo tiempo, el 24.2% estará en la categoría de "obesidad severa". "La obesidad está empeorando en todas partes en todos los estados en términos de la cantidad de personas que desarrollan obesidad y el grado o la gravedad de la obesidad", sostuvo Ward.