FLORIDA (Uypress) - Los obispos dirigieron ayer una súplica a la patrona de la patria por el fin de la pandemia y sus consecuencias, en el marco de la celebración de la Fiesta de la Virgen de los Treinta y Tres que este año de pandemia no pudo congregar a la multitud de feligreses que suelen llegar al Santuario en Florida para honrar a la Virgen.
A las 10.30 horas de ayer domingo, todos los obispos, el cardenal Daniel Sturla y el Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. Martin Krebs, concelebraron la misa en el Santuario Nacional de Florida acompañados por pequeños grupos de fieles llegados de las parroquias de la Diócesis de Florida según el aforo estipulado y cumpliendo con las medidas sanitarias correspondientes. También participaron de la celebración sacerdotes de la Diócesis anfitriona así como los formadores y los seminaristas del Seminario Interdiocesano Cristo Rey.
La misa fue presidida por el Obispo de Florida, Mons. Martín Pérez Scremini, y la homilía estuvo a cargo del obispo de Tacuarembó, Mons. Pedro Wolcan, quien llamó a “salir al encuentro del otro para brindar consideración, estima, solidaridad, signos de la fraternidad que nos comprometemos a seguir construyendo y crecer en ellos con todos nuestros hermanos, con aquellos que a diario en el caminar de la vida nos encontramos”.
Al inicio de su prédica, el obispo de Tacuarembó saludó a los fieles de Florida presentes en el templo y a quienes por medio de las plataformas y medios de comunicación participaron a distancia de esta celebración. “Nos cuidamos y cumplimos el deber de cuidarlos a Uds. como padres que nos sentimos, de los miembros de las comunidades que en la fe y caridad presidimos”, señaló. “Expresamos así el mayor acto de caridad para con nuestro Pueblo que responsablemente sabe superar el gusto y la necesidad del modo presencial que desearíamos tener en esta celebración”, acotó. “No están ausentes, ténganlo por seguro, están bien presentes en el corazón de pastores, todos aquellos a quienes nos debemos; los sentimos a todos junto a nosotros”, dijo dirigiéndose a quienes seguían la transmisión en vivo.
“María, Virgen de los Treinta y Tres, parte desde este santuario en esa peregrinación espiritual y diaria que realiza para la visita a los hogares de nuestra patria, para acercar al Señor y suscitar la alabanza a Él y la alegría de aquellos que le han sido confiados como hijos” , resaltó el obispo. “Presente entre nosotros desde los albores de nuestra patria, se integra en nuestra historia desde aquellos que, como parte y constructores de ella, la reconocen y distinguen como la propia”, agregó. “Al reconocerla como tal somos los suyos, sus hijos, hombres y mujeres de esta tierra, de los distintos lugares y situaciones que la aclamamos como Madre nuestra: capitana y guía”.
Mons. Wolcan recordó que el nombre de la patrona de la patria “nos remite a nuestra historia, presente en la sucesión de las gestas fundantes de nuestra patria, como en la cotidianidad de la vida sencilla y silenciosa de nuestro pueblo”.
“Ella, nos imprime el sentir y carácter de compromiso de caridad y solidaridad para con nuestros hermanos, hecho tan destacado en nuestras comunidades en las situaciones de vida de estos tiempos, y que para nada hemos sido indiferentes a las variadas circunstancias existenciales de nuestro pueblo”.
Seguidamente el obispo invitó a “ser cristianos entusiastas, alegres y atrayentes para que, por el testimonio y la Palabra, otros compartan nuestra propia alegría que surge del encuentro con el Señor que María nos acerca”.
Luego de la misa, en un breve intervalo se ofreció un concierto de órgano, y el Secretario General de la CEU, Mons. Milton Tróccoli, anunció que los obispos elaboraron el mensaje “Mirando con Dios este tiempo” en el que presentan “las preocupaciones y esperanzas de nuestras comunidades y de nuestro pueblo y buscamos interpretar las señales de Dios en medio de los acontecimientos de nuestros días”.
El obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas invitó a leerlo, difundirlo, meditarlo y a mantenerse en la esperanza.
Al mediodía comenzó la Súplica a la Virgen de los Treinta y Tres que fue dirigida por el obispo de Florida, el cardenal Sturla y el presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Arturo Fajardo.
“A ti, que eres nuestra capitana y guía, te pedimos por el pueblo uruguayo”, se rezó en un momento de la Súplica. “Enséñanos a ser un pueblo agradecido con los dones que Dios nos ha regalado, en esta tierra, en las cualidades de su gente, en las posibilidades del futuro. Sé nuestra guía, para que encontremos y realicemos los caminos de la justicia y la paz verdadera, para que, sobre todo, cuidemos de los pobres y de los que sufren, para que los más infelices sean los más privilegiados y todos tengan pan, techo y trabajo” pidieron los obispos.
Entre otras peticiones, también rogaron a la patrona de la patria que ilumine a “nuestras autoridades” y "a todos los que detentan alguna forma de poder: que lo pongan al servicio del bien común en la justicia”. “Que cada miembro de la sociedad se dignifique por el servicio a los demás. Que la educación sea para el desarrollo de hombres y mujeres libres y honestos. Que cada uno trabaje honradamente, ayude al mejoramiento comunitario y obtenga cuanto es necesario para sí y su familia”, rezaron.